La gran invalidez es uno de los grados más altos de incapacidad permanente que reconoce el sistema de Seguridad Social en España. Esta condición implica que la persona no solo se encuentra incapacitada para trabajar en cualquier tipo de empleo, sino que además requiere la asistencia constante de una tercera persona para llevar a cabo las actividades fundamentales de la vida diaria, como vestirse, asearse o alimentarse.
Además de lo que os cuento en el vídeo, en este artículo vamos a profundizar en qué es la gran invalidez, sus características y qué implicaciones tiene para quienes la padecen. Recordad que ya hemos hablado anteriormente de las otras incapacidades permanentes; podéis leer más y ver los vídeos haciendo clic en estos enlaces:
¿Qué es exactamente la Gran Invalidez?
La gran invalidez es el nivel más severo de incapacidad permanente. Se otorga cuando una persona no puede desempeñar ningún tipo de trabajo debido a su condición física o mental. Pero lo que distingue a la gran invalidez de otros grados de incapacidad es la necesidad de asistencia de una tercera persona para realizar las funciones básicas de la vida cotidiana. Esto incluye actividades como vestirse, alimentarse, asearse y otras tareas esenciales que la persona no puede realizar de manera autónoma.
La incapacidad permanente absoluta, un grado inmediatamente inferior, también implica que la persona no puede trabajar, pero en este caso no requiere necesariamente de una ayuda constante para las actividades diarias. La gran invalidez, por tanto, va un paso más allá al reconocer la dependencia de la persona de un cuidador para su bienestar diario.
¿Cuáles son las ayudas económicas?
En el caso de la gran invalidez, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) concede un complemento económico adicional al 100% de la base reguladora. Este complemento corresponde aproximadamente al 45% extra, lo cual significa que la pensión total asciende al 145% de la base reguladora. Este porcentaje adicional está destinado a cubrir los gastos que implica la asistencia de la tercera persona que ayuda en las funciones básicas del día a día.
La idea detrás de este complemento es reconocer que, para poder tener una calidad de vida adecuada, una persona con gran invalidez necesita ayuda externa, y esta ayuda tiene un coste. Por ello, el complemento de gran invalidez está pensado para garantizar que esa asistencia pueda ser financiada sin que esto represente una carga desproporcionada para la persona afectada o su familia.
¿Puede trabajar una persona con Gran Invalidez?
Una de las principales características de la gran invalidez es que la persona no puede realizar ningún tipo de trabajo, sin excepciones. Esto también aplica a la incapacidad permanente absoluta. Según el Tribunal Supremo de España, cualquier persona que haya sido reconocida con una incapacidad permanente absoluta o gran invalidez no puede desempeñar ninguna actividad laboral, incluso si se trata de un trabajo ligero que implique solo unas pocas horas a la semana.
Esta restricción es fundamental porque, según el criterio del Tribunal Supremo, la condición de estas personas no les permite garantizar un rendimiento laboral constante, incluso en actividades que podrían parecer sencillas o no demandar un esfuerzo físico o mental considerable. De hecho, cualquier alta en la Seguridad Social por parte de una persona con gran invalidez se consideraría incompatible con el grado de incapacidad reconocido.
El Rol de la Tercera Persona
El elemento más importante que define a la gran invalidez es la necesidad de la asistencia de una tercera persona. Este apoyo es esencial para que la persona con gran invalidez pueda llevar una vida digna y segura. No se trata de un lujo, sino de una necesidad básica que tiene un impacto directo en el bienestar físico y emocional del afectado.
La tercera persona puede ser un cuidador profesional contratado, un familiar o cualquier persona cercana dispuesta a ayudar. La importancia de este cuidador es tal que el complemento del 45% sobre la pensión está directamente relacionado con asegurar que el afectado reciba este apoyo. Sin esta asistencia, muchas personas con gran invalidez tendrían serias dificultades para realizar actividades tan básicas como alimentarse o mantener una higiene adecuada.
¿Cómo puedo solicitar la Gran Invalidez?
Para solicitar la gran invalidez, es necesario pasar por un proceso de evaluación médica y administrativa llevado a cabo por el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Generalmente, se parte de un reconocimiento previo de incapacidad permanente y, si se evidencia que la persona también necesita la asistencia de un tercero, se puede solicitar la revisión para obtener la gran invalidez.
Es importante presentar toda la documentación médica relevante, así como cualquier informe que detalle las dificultades que tiene la persona para llevar a cabo las actividades básicas del día a día sin asistencia. El proceso puede ser largo y requiere pruebas concluyentes, pero contar con el respaldo de informes médicos bien fundamentados puede ser crucial para lograr el reconocimiento de la gran invalidez.
Conclusiones sobre la Gran Invalidez
La gran invalidez es un grado de incapacidad que reconoce la dependencia de una persona para realizar las actividades más básicas de la vida. Esto no solo implica la imposibilidad de trabajar, sino también la necesidad de contar con una tercera persona para tareas esenciales. El complemento económico que se concede está diseñado para garantizar que esta asistencia sea asequible y accesible, permitiendo a la persona afectada mantener una buena calidad de vida.
Si estás interesado en conocer más sobre tus derechos laborales, la Seguridad Social y temas de discapacidad, para acceder a información útil y estar siempre informado:
