La incapacidad permanente absoluta es un tipo de pensión que genera muchas preguntas debido a sus implicaciones laborales y económicas, como la pérdida de la posibilidad de reincorporarse al mercado laboral y la necesidad de depender exclusivamente de la pensión para cubrir los gastos básicos.
En este artículo, abordaremos en detalle qué es la incapacidad permanente absoluta, cómo se define y qué derechos otorga a quienes la reciben.
Ya hemos hablado anteriormente sobre la incapacidad permanente parcial y la incapacidad permanente total, y puedes encontrar más información sobre ellas en los vídeos previos.
¿Qué es la Incapacidad Permanente Absoluta?
La incapacidad permanente absoluta es aquella que inhabilita por completo a la persona para realizar cualquier tipo de trabajo o actividad profesional. Esta situación se da cuando las limitaciones físicas o mentales del trabajador son tan graves que no permiten llevar a cabo ninguna actividad laboral, sin importar la naturaleza o el nivel de exigencia de la misma.
Esto significa que la persona afectada no podrá desempeñar ninguna labor remunerada, ni siquiera aquellas consideradas sedentarias o ligeras. Este tipo de incapacidad es reconocido por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) tras la valoración de la situación médica y laboral del solicitante.
Una vez otorgada la incapacidad permanente absoluta, el beneficiario recibe una pensión equivalente al 100% de la base reguladora. Esta pensión tiene como objetivo proporcionar un sustento económico que permita al afectado mantener un nivel de vida digno, ya que no puede generar ingresos por su cuenta debido a las limitaciones impuestas por su estado de salud.
La base reguladora se calcula teniendo en cuenta las cotizaciones realizadas por el trabajador durante un determinado periodo antes de que ocurra el hecho causante, es decir, el momento en el cual el INSS determina y valora la incapacidad. Este cálculo puede variar según la situación laboral del trabajador y los años cotizados, por lo que es fundamental entender cómo se realiza para poder prever el importe de la pensión que se recibirá.
Compatibilidad de la Incapacidad Permanente Absoluta con el Trabajo
Anteriormente, existía cierta compatibilidad entre la incapacidad permanente absoluta y ciertos trabajos livianos o sedentarios. Esto significaba que algunas personas que recibían esta pensión podían realizar tareas muy limitadas para obtener ingresos adicionales, siempre y cuando no comprometieran su salud o fueran actividades que no requirieran esfuerzo físico significativo.
Sin embargo, el Tribunal Supremo ha resuelto recientemente que esta incapacidad no es compatible con ningún tipo de trabajo. Esto significa que una persona con incapacidad permanente absoluta no puede realizar ninguna actividad laboral, y si lo hace, su situación podría ser revisada por el INSS para determinar si ha habido una mejoría en su estado de salud.
Esta decisión tiene un impacto importante, ya que antes algunos beneficiarios podían realizar trabajos muy limitados para complementar sus ingresos. Ahora, cualquier tipo de actividad laboral remunerada podría dar lugar a la revisión de la pensión y, en algunos casos, a la pérdida del derecho a recibirla si se considera que ha habido una mejoría en el estado de salud del beneficiario.
Con el cambio de normativa, cualquier tipo de alta laboral podría poner en riesgo la pensión de incapacidad, lo cual resalta la importancia de entender las condiciones de esta incapacidad. Además, es fundamental que los beneficiarios de esta pensión tengan claro que, incluso si se sienten capaces de realizar algún tipo de trabajo, deben evitarlo para no poner en riesgo su estabilidad económica.
La importancia de la Incapacidad Permanente Absoluta
En conclusión, la incapacidad permanente absoluta es una prestación económica que ofrece protección a aquellas personas que no pueden trabajar en ningún tipo de profesión debido a su estado de salud. Esta prestación es fundamental para garantizar la calidad de vida de quienes se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema y necesitan un apoyo económico para afrontar sus necesidades diarias.
Con la resolución del Tribunal Supremo, las reglas sobre su compatibilidad con trabajos ligeros se han endurecido, asegurando que los beneficiarios no puedan realizar ninguna actividad laboral sin poner en riesgo su pensión. Es esencial que las personas que reciben esta pensión comprendan claramente sus derechos y las limitaciones que implica, para así evitar situaciones que puedan poner en peligro el sustento que esta prestación les proporciona.